A eso aspiramos todos, aunque no será fácil conseguirlo, ya que luego de la cuarentena, la forma de realizar las diversas actividades ya no serán las mismas; inclusive, algunos rubros se reducirán y otros desaparecerán, al menos hasta que se logre controlar la pandemia o encontrar la vacuna. Esta situación, reduce a cero las posibilidades de las pequeñas empresas a cumplir con el pago de salarios, por lo que requiere de la intervención del gobierno para en conjunto asumir este compromiso; no hacerlo, traería un efecto boomerang con incidencias negativas irreversibles en lo económico y social, por lo tanto, debemos hacer esfuerzos para solucionarlo.
Bolivia cuenta con una economía altamente informal, por consecuencia y en la misma proporción, genera también fuentes de empleo informales; quiere decir, que aproximadamente el 70% de trabajadores, no están registrados en el ministerio correspondiente ni en las AFPs por consiguiente, amerita aplicar medidas que incluya a todos. Además de las disposiciones hasta ahora dictadas de orden impositivo y financiero que ya todos conocemos, se debe crear un mecanismo burocrático ágil, para que las empresas cuyo rubro se encuentra en dificultades, puedan cambiarse a otro que le facilite desarrollarse, para así mantener exitosamente las fuentes de empleo. A continuación, ponemos a su consideración tres alternativas de solución:
Alternativa A, transferencia del personal al sector público
El Ministerio de Trabajo podría crear empresas públicas con actividades eventuales que puedan recibir al personal que queda temporalmente fuera de su empleo inicial. En este caso, Las empresas en dificultades deben pasar una relación de sus trabajadores para quienes requieran del apoyo. El gobierno necesita desarrollar actividades que conlleven a mejorar la infraestructura hospitalaria y sanitaria y para eso, requiere de contar con personal externo de apoyo.
Alternativa B, la empresa continua invariable con su personal
Para este caso, el gobierno debe autorizar a la banca otorgar créditos a las empresas pequeñas, con medio año de gracia y al 5% de interés anual, afín de poder cubrir sueldos y salarios para los meses de marzo, abril, mayo, junio y julio, independientemente de los créditos vigentes que pueda mantener en el sistema financiero.
Alternativa C, compromiso de solución conjunta
El ministerio de Trabajo debe dictar una norma que permita al empleador, entrar en negociaciones con el trabajador, afín de llegar a acuerdos que faciliten arribar a soluciones equilibradas para ambas partes. Estas deben involucrar, el desarrollo de actividades diferentes a las usuales, horarios y turnos de trabajo, además de renegociar los salarios que puedan incluir asignación de bonos por productividad.
Las diferentes alternativas, pueden adaptarse a cada tipo de empresa formal o informal, dependiendo de sus particulares características.
