
Los mega proyectos que el gobierno nacional ha decidido concretarlos con la finalidad de reactivar la economía, corren el riesgo de quedarse solo en buenas intenciones, si es que no logra controlar y aplacar con la debida anticipación, los conflictos sociales que se avizora ad puertas como consecuencia de la cacería judicial que se ha desatado recientemente, sobre ex -autoridades y líderes políticos e institucionales que de una u otra manera, tuvieron participación activa en los diversos acontecimientos políticos suscitados desde octubre 2019 hasta noviembre 2020.
JUGANDO CON FUEGO
Cuando más se está necesitando de un ambiente apacible y amigable que incite a la unidad de la población para que, en coordinación con sus nuevas autoridades y líderes institucionales, trabajen en la consecución de objetivos comunes que impulsen la reactivación económica, se les ocurre a los ministerios de Justicia y el de Gobierno echar andar un aparente plan de persecuciones. Esta desinteligencia puede desembocar en un caos social, puesto que se están exacerbando ánimos de oficialistas y opositores, quienes en lugar de buscar una salida pacífica pueden caer en la tentación del enfrentamiento. Demasiado pronto para repetir el mismo error, a diferencia que esta vez puede no haber ganadores, saldremos perdiendo todos en un momento históricamente complejo a nivel global.
RADIOGRAFÍA ECONÓMICA
Antes de la detención de las ex autoridades gubernamentales, la revista Contacto Económico, en su afán de continuar aportando propuestas y sugerencias, organizó un conversatorio virtual con destacados economistas, para conocer su visión sobre la economía boliviana actual, así como también para recoger sus recomendaciones que conduzcan a una pronta reactivación de la economía. Participaron en el evento, Jorge Alberto Akamine, actual presidente del Colegio Nacional de Economistas de Bolivia; Walter Morales Carrasco, , ex Director del Banco Central de Bolivia y elegido “Economista del Año” por la entidad colegiada de Santa Cruz; Alfredo Mancilla Heredia, vicepresidente del Colegio de Economistas de Cochabamba y Director Regional de Contacto Económico en la región Cochala.
SISTEMA FINANCIERO CON MUCHA FORTALEZA
El abundante flujo de recursos acumulados por el sistema financiero durante los años de bonanza de los hidrocarburos y minerales, le permitieron sortear sin dificultad los diversos obstáculos acontecidos entre 2019 y 2020, incluyendo los diferimientos de los créditos, así como la reprogramación decretado a comienzos del presente año. Una de las principales preocupaciones del directorio del BCB durante la administración del gobierno transitorio, fue precisamente dotar de liquidez y cuidar que no suban las tasas de interés y el costo del dinero, según manifestó Morales. Sin embargo, es importante aclarar que la estrategia de los diferimientos ya llegó a su tope, menos sin un adecuado apoyo. Continuar con lo mismo, significaría afectar al sistema financiero, no solamente como entidad prestamista, si no también y lo que es peor todavía, como unidad de negocio, mencionó el ex director del BCB.
Por su parte a Alfredo Mancilla, le preocupa que no haya crecido la cartera crediticia y que el gobierno esté haciendo una emisión de bonos soberanos, para adquirir dinero para la economía; “cuando el riesgo país es alto, dado que estamos muy por encima de la Tasa Referencial de la Economía norteamericana, entonces conseguiremos el dinero a un precio elevado, ahí está el riesgo para la devaluación de la moneda y subida de la tasa de interés; por lo que habría que hacer caer las tasas de interés”, remarcó el economista.
INTELIGENCIA PARA DINAMIZAR LA ECONOMÍA
Los recursos económicos están más escasos. La Asamblea Plurinacional bloqueó varios créditos que estaban en camino durante el gobierno transitorio, dinero que bien podía haber sido utilizado en mayor volumen por la administración actual para dinamizar la inversión pública y la economía.
Al momento, la mora bancaria bordea entre el 1.5%, un porcentaje que todavía es manejable, (ya que en algún momento de la historia financiera de anterior crisis se llegó a dos dígitos); sin embargo, en la banca saben que ese porcentaje de alguna manera está encubierta, la cual se desnudará cuando termine el período de la reprogramación. Frente a esta situación y con muchos negocios todavía semiparalizados y con el aditamento de la incertidumbre político social, los banqueros están siendo muy cautelosos, por no decir rigurosos, en la predisposición y exigencia de los requerimientos para la colocación de nuevos créditos.
Aquí, destaca Morales, corresponde al gobierno crear un Fondo de Garantía que respalde las operaciones crediticias, asumiendo un riesgo compartido e incentivo con la banca, como se intentó en el anterior gobierno de transición, pero este derogó el DS 4272. Pero, además, se debe ser inteligente en la emisión de los Bonos del TGN en el mercado local que está absorbiendo liquidez del mercado de valores; un dinero que debería orientarse hacia las diversas empresas del sector privado para facilitar su reactivación.

PROYECCIONES
El año pasado la economía se contrajo entre -7 a – 8% en tanto que, para la presente gestión, se proyecta una recuperación de entre 4 a 5%, siempre y cuando la pandemia lo permita, pero también es fundamental que se logre privilegiar una estrategia técnica sobre la ideología partidaria. Nuestros entrevistados coinciden en que urge bajar el tono político, para crear certidumbre y confianza entre la población, requisitos fundamentales para lograr la concreción de los proyectos que dicho sea de paso son varios y de gran envergadura.
La hidroeléctrica Rositas, Puerto Busch, explotación del Mutún y el hub Viru Viru en el oriente, como el litio en el occidente, concentran la atención prioritaria del gobierno central; sumándose a estos, la rehabilitación de la hidrovía Ichilo – Mamoré, así como el recientemente anunciado proyecto de diésel renovable, anhelos que podrán concretarse entre el mediano y largo plazo, en tanto se logre captar los recursos financieros necesarios o conformar las Alianzas Publico-Privadas (APPs) correspondientes. “En simultáneo, se debe crear los mecanismos pertinentes que, también faciliten la reactivación del sector privado”, destacó Jorge Akamine.
NO TENEMOS UNA DOCTRINA ECONÓMICA DE ESTADO
Para entender esta aseveración, necesitamos saber qué es la doctrina; es un conjunto global de las concepciones teóricas enseñadas como verdaderas por un autor o grupo de autores. Puede tener una dimensión ideológica que puede ser política, legal, económica, religiosa, filosófica, científica, social, militar, etc.
Al respecto, Alfredo Mancilla manifiesta que gestionar proyectos implica estudiar la viabilidad, ir al control de riesgos, hacer planes de contingencia y para eso, se necesita contar con una doctrina económica que guíe el accionar de las nuevas autoridades subnacionales elegidas recientemente, afín de conseguir calzar sus planes locales y/o departamentales con las del gobierno central. Al respecto, Morales manifiesta que Bolivia está partida en dos visiones; la vigencia del libre mercado con una adecuada regulación, en tanto que la otra (la que aplica el gobierno), promueve una redistribución igualando hacia abajo, generando una absurda rivalidad entre quienes menos tienen, frente a los “más privilegiados”, cuando lo que se debe buscar son sinergias y alineamientos para tener resultados más rápidos y contundentes. Por su parte, Akamine recomienda a las nuevas autoridades ediles y departamentales, concentrarse ahora en las nuevas responsabilidades adquiridas, dejando a un lado el color político para poder trabajar en concomitancia con las universidades y el empresariado privado para en conjunto, “lograr el desarrollo humano, en tanto que el crecimiento llegará por añadidura”.
CONCLUSIONES
Para que el actual gobierno, detecte que no todo lo que hizo su antecesor durante el período transitorio fue malo y que algunos proyectos encaminados pueden ser rescatables, principalmente en cuanto a desarrollo financiero y la economía se refiere, es menester desprenderse del parámetro ideológico partidario. Es momento de sumar y no de restar; la situación se puede complicar aún más, pero todavía estamos a tiempo, siempre y cuando apliquemos políticas orientadas a unificar y apaciguar a la población, a tiempo de generar certidumbre y confianza ante los potenciales inversores extranjeros. La tesis de “divide para reinar”, que tuvo éxito político en el pasado no es viable, quienes la vienen aplicando se quedaron estancados. Debemos ingresar a una era de armonía y buen entendimiento, desarrollando conocimiento en un momento donde los recursos económicos están escasos, ¡ah!, y las ideas también.