La termografía infrarroja es usada frecuentemente por ENDE Corani para determinar temperaturas a distancia y sin necesidad de contacto físico con los equipos eléctricos de las centrales que opera, mantiene y administra; sin embargo y ante la emergencia sanitaria que se vive, la empresa determinó calibrar su cámara termográfica para detectar la fiebre corporal de sus trabajadores.
“Hemos visto que hay necesidad de incorporarla como una nueva medida de bioseguridad en las oficinas de ENDE Corani en la ciudad, porque además éstas se ubican en dos edificios que albergan a una importante cantidad de consultorios, oficinas y otros negocios; razón por la que el flujo de personas también es mayor”, explicó Fernando Padilla, Gerente General de ENDE Corani.
La cámara termográfica forma la primera línea de defensa para gestionar los riesgos asociados a la pandemia global porque puede medir con precisión la temperatura corporal de las personas a través del escaneo de sus caras, detectar un aumento de temperatura y activar una alarma; lo cual puede ser indicativo de tener fiebre, y consecuentemente de que esas personas sean portadoras del COVID-19, brindando así una alerta temprana, que permita a estas personas realizar una pronta revisión con otros medios de diagnóstico adicionales.
“La cámara termográfica ha sido calibrada para poder medir la temperatura corporal de una persona ubicada hasta a tres metros de distancia, favoreciendo así el cumplimiento del recomendado distanciamiento social; además es capaz de verificar simultáneamente la temperatura de hasta cinco personas, activando de forma inmediata, una alarma cuando esta supera los 37.5 °C”, finalizó Padilla.
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