En la presente edición, estamos publicando un interesante reportaje sobre integración binacional entre Bolivia y Paraguay; un tema sobre franquicias como oportunidad de negocios; artículos relacionados a tecnología, producción, ferias, etc, etc. Un material temático rico en sustancia y que, en conjunto, refleja el accionar productivo de personas ávidas de mejorar la situación del país y por consiguiente la propia. Sin embargo, no todo es una taza de leche; tenemos otra parte de la población, preocupada por el sistema financiero (carencia de dólares, falta de liquidez no solamente en algún banco, también sucede en la calle) y algunos problemas de orden político social que afectan la credibilidad de la eficiencia gubernamental.
Frente a este panorama no muy alentador, el presidente Arce ya se manifestó ante los bolivianos, presentado datos positivos tales como crecimiento del PIB, balanza comercial favorable, baja inflación, etc, etc; el problema está en que estas cifras por muy ciertas que sean, no se traducen de la misma manera en el bolsillo de la gente, situación que pone en entredicho la afirmación del presidente de que la economía boliviana se encuentra en buen momento (y que no debemos preocuparnos), es más; al compararnos con los demás países de la región, nos jactamos al decir que “seguimos siendo los mejores”.
Rescatando lo bueno (como corresponde), efectivamente tenemos proyectos encaminados que próximamente empezarán a dar buenos resultados; algunos inmediatos, otros a mediano plazo, pero que al final de cuentas, realmente sumará en beneficio de nuestra economía; El yacimiento de hierro del Mutún, ya está produciendo y se está trabajando en su industrialización y, a medida que se vaya incrementando su producción ingresaremos nuevas divisas por concepto de la exportación del excedente; se está promoviendo la instalación de industrias estratégicas en regiones tradicionalmente olvidadas, como Beni, Oruro, Potosí; así por el estilo, son muchas las obras que se están ejecutando, cuyos frutos empezaremos a cosechar prontamente.
Quizá a la exposición del presidente le faltó un poco de humildad, decir por ejemplo: “Reconocemos que nuestra economía no está pasando por un buen momento, lo sienten ustedes y lo percibimos la gran mayoría, pero profesional y técnicamente les aseguro que estamos en el carril correcto, cuyo resultado favorable lo tendremos pronto; para lograrlo, necesitamos tranquilizarnos, sumar todo lo bueno que tenemos e integrarnos en una sola familia. Les pido hacer una pausa en el tema político social (absteniéndonos de paros y bloqueos) para conformar la unidad monolítica que tanta falta nos hace para alcanzar una Bolivia digna y soberana”.
El Director