Después de un amplio periodo de crecimiento de los volúmenes de cartera, que permitieron atenuar el efecto de tasas de interés reguladas, es importante administrar los riesgos y recuperar el acompañamiento entre el crecimiento de cartera y depósitos”, señaló Nelson Villalobos secretario ejecutivo de la Asociación de Bancos Privados de Bolivia (Asoban).

Dentro de los desafíos principales que presenta el sistema financiero es la sostenibilidad, en un escenario de paulatina desaceleración en el que las expectativas de crecimiento en los últimos años se han modificado.

El evento se enmarca en las actividades que la Asociación realiza periódicamente, con la finalidad de dar a conocer los principales resultados de la gestión 2019 y la posición del sistema bancario con relación a los desafíos que encara el sector.

En efecto, la presentación de Asoban abordó temáticas centrales como la situación de las captaciones y las colocaciones, enfatizando su desenvolvimiento en los últimos meses de 2019, periodo en el que el país encaró una crisis.

A su vez, reflexionó sobre el funcionamiento del sistema bancario y su importancia como uno de los pilares fundamentales de la economía, resaltando el compromiso de la banca y su sostenido aporte a la expansión crediticia, pese a los problemas estructurales en la captación de fondos.

Una de las principales variables de seguimiento en el sistema bancario es el índice de morosidad, la cual está en un 1,8% y los sectores más afectados son el crédito productivo y el de la vivienda, que llegan a un 29%, precisamente son los sectores que entran en la regulación financiera que impuso el anterior Gobierno, dando la casualidad que los que no estaban regulados están en un 5%, Villalobos enfatizó, “que las regulaciones no cumplieron su cometido porque no llegaron a los porcentajes de inclusión social que se esperaban y obligó a las entidades financieras a una lucha encarnizada por llegar a cumplir con la cartera impuesta por la ley provocando un crecimiento de deuda en lugar de la cartera” y sostuvo que, “en términos de índice, se mantiene en niveles razonables, dando cuenta de los importantes avances de los prestatarios en cuanto a cultura de pagos”.

De acuerdo con el representante de Asoban, esto ha sido posible a través de las iniciativas de educación financiera, así como las medidas oportunas que los bancos adoptaron para reprogramar operaciones ante situaciones que así lo ameritaron.

Problemática

La rentabilidad en el sistema financiero de Bolivia en la gestión 2019 creció a niveles inferiores con relación a los últimos seis años, mientras que la mora muestra una tendencia creciente que, Asoban dice, debe ser mirada con atención.

Villalobos refleja que la rentabilidad del sistema financiero en 2019 creció en 13 por ciento; sin embargo, en 2014 y 2015, había crecido en 19,9 y 15,1 por ciento, respectivamente.

Explicó que los niveles de rentabilidad de 2019 son razonables y que tienen que ser preservados, por lo que es necesario revisar las normas que regulan las tasas de interés en sectores específicos, como los créditos productivos y de vivienda de interés social.

Informó además que Bolivia se encuentra entre los países con menor rentabilidad del sistema financiero de la región, solamente por encima de Honduras, El Salvador, Costa Rica y Nicaragua.

“Hoy el balance de los bancos es un tanto más riesgoso, porque la banca se ha focalizado en la colocación de créditos a un determinado sector, un poco inducido por la regulación, por la norma; un sector que estamos viendo está presentando de repente unas tendencias en términos de mora que hay que mirar con atención”, dijo Villalobos.

Diálogo para cambiar

Los ejecutivos indicaron que, desde el sistema bancario, después de un periodo de continuo impulso al crédito a sectores regulados, la participación de estos no ha variado significativamente, de hecho, habría tendido a reducirse. En esta dirección, Villalobos señaló que, aunque se haya dado un crecimiento bruto de utilidades en los últimos años, los niveles de rentabilidad han caído; necesitamos revertir esta tendencia para que la banca pueda aportar al crecimiento de la economía a través de su crecimiento de cartera.

“Esta situación amerita un amplio diálogo que permita atender la demanda crediticia de los consumidores financieros, implementando medidas que favorezcan al incremento de la liquidez, así como otras que favorezcan la atención a los distintos sectores de la economía, que tomen en cuenta a toda la cadena de pagos”, indicó Villalobos.

Para los representantes del sistema bancario, estos desayunos con los medios de prensa se constituyen en espacios de intercambio de criterios y reflexión sobre la situación sectorial, ya que en ellos se presenta una serie de indicadores relevantes que permiten conocer más acerca del funcionamiento de la industria financiera en el país y en la región.

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